Salimos a comer en Mina Clavero a La Gota


Nota

Rebobinemos

Para empezar a hablar de La Gota tenemos que remitirnos a 1943, cuando el almacén de ramos generales de Don Zazú padre abarcaba el actual local de la parrilla y toda la esquina. Ya en ese entonces la barra ubicada en el extremo del almacén, donde se servían copas al paso, empezó a cobrar cada vez más protagonismo.

Más adelante, los entonces intendentes de Mina Clavero y Villa Cura Brochero (Don Guerrero y Don Artola) hicieron de esta barra su lugar de reunión habitual, donde cada medio día se sentaban a discutir sobre los asuntos que los ocupaban.

Cuentan también que sobre su piso de baldosas de mosaico calcáreo se ha bailado el tango entre hombres, cuando sonaban el fuelle y la viola de Salomone y el “cara de bomba".

Para 1977 la barra se independiza del almacén y pasa a ser la parrilla La Gota, comandada desde entonces y hasta el día de hoy por Amado Zazú.

Señas particulares

Ya vimos que La Gota tiene su alcurnia, aunque esto no alcance para describirlo. Definitivamente no es un reducto gourmet, ni el sitio ideal para una cena romántica. Digamos que es, y en buena hora, un parrillín turísticamente incorrecto.

En el interior solo 4 mesas para dos comensales cada una, que por supuesto se agrupan y reorganizan según la demanda. El resto: en la vereda; se instalan tantas como el espacio lo permita, mientras van haciendo falta...

En lugar de la carta, el menú se elije desde el mostrador, de las bandejas que salen de la heladera: el comensal selecciona la variedad y cantidad de carne que desea, se pesa y a la parrilla. Y la parrilla no es cualquier parrilla, el artefacto también tiene su historia: es un antiguo horno prusiano que perteneció al viejo Hotel Romero y si alguno vio otro igual en algún lado, que avise.

Buen provecho

Amado en persona, o sus hijos, les recomendarán las mejores opciones disponibles.

Nuestra sugerencia: tira de asado (sí o sí), que pueden acompañar también con morcilla y chorizo, ensalada mixta (que llega a la mesa en ensaladera de acero inxidable y ya condimentada con aceite, vinagre y sal), vino de la casa, soda y hielo. No falla y por unos $ 100,- dos comensales quedan más que satisfechos.

Ah! por el mismo precio pueden elegir que el vino de la casa llegue a la mesa en botella importante, con etiqueta de vino de alta gama. Salú!

asado, ensaladas y fiambres - medio día y noche

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